Kitzur Shuljan Aruj 33.14
אָסוּר לְהוֹצִיא מִפִּיו דְּבַר פֻּרְעָנוּת עַל אָדָם מִיִשְֹרָאֵל, אֲפִלּוּ לוֹמַר, אִלּוּ הָיָה פְּלוֹנִי קַיָּם הָיָה בָּא לְכָאן, כִּי בְּרִית כְּרוּתָה לַשְּׂפָתַיִם. וְאֵין לַעֲשׂוֹת מוֹרָא לְתִינוֹק בְּדָבָר טָמֵא, כְּגוֹן לוֹמַר: חָתוּל אוֹ כֶּלֶב יִקָּחֵהוּ. וְכֵן בְּכָל כַּיּוֹצֵא בְּאֵלּוּ, צָרִיךְ לִזָּהֵר מְאֹד מֵהֶרְגֵּל הַלָּשׁוֹן (וְעַיֵּן לְקַמָּן סִימָן ר”ז סָעִיף ג’).
Está prohibido pronunciar prohibiciones siniestras contra un compañero judío, incluso solo para decir [sobre una persona desaparecida]: “Si tal y tal estuviera vivo, habría venido aquí”, porque “Se hizo un pacto con los labios”. < sup> 8 La Gemara [ Moed Katan 18a] explica que las predicciones, ya sean favorables o no, tienen una forma de convirtiéndose en realidad. Cuando se preparaba para sacrificar a su hijo, Itzjak, en el akeidah , Abraham le dijo a sus jóvenes; “El niño y yo iremos a ese lugar … y luego volveremos a ti” (Génesis 22: 5). Sus palabras se hicieron realidad y ambas volvieron ilesas. No debes asustar a un niño con algo inmundo, diciendo por ejemplo: “Un gato o un perro te atraparán”. Debe tener mucho cuidado [para evitar] el uso habitual de expresiones similares.
Kitzur Shuljan Aruj 33.14 en Español